Los accidentes de tráfico pueden tener graves consecuencias que llegan a pesar de los sistemas de seguridad de los vehículos, los cuales han mejorado considerablemente a lo largo de los años y, sin embargo, no son pocos los clientes que acuden a Exígelo Abogados para reclamar una lesión cervical. Mediante el presente artículo trataremos de informar al lector sobre esta lesión tan común, cómo evitarla y la atención médica necesaria para la recuperación e imprescindible para la posterior reclamación (Parte 1 de 2).
Por ejemplo, las lesiones que se producen en la zona del tórax son muy delicadas, pues pueden afectar la capacidad respiratoria e incluso dañar de forma significativa órganos internos sin que las lesiones se noten externamente.
«Un accidente de tráfico es evitable hasta cierto punto. Por ello la mejor manera de evitar una lesión cervical es colocarse el cinturón de seguridad correctamente y con ello evitar fracturas en las costillas o daños en el bazo o el hígado.«
Fisioterapeuta experto en accidentes de tráfico colaborador de Exígelo Abogados
Las lesiones cerebrales o los llamados traumatismos craneoencefálicos son de las peores lesiones que puede traer un accidente de tráfico. Una herida como esta puede llegar a ser de extrema gravedad, más en los casos en los que las victimas terminan en coma o no logran recuperarse nunca. Estas lesiones forman parte de los Daños Cerebrales Adquiridos (DVA) pues pueden afectar a la autonomía y calidad de vida de las víctimas de accidentes de tráfico.
Por otro lado las lesiones a la altura de la cabeza, cuello y cara son muy comunes, pero no menos peligrosas. En un accidente de coche, suelen producirse choques contra la parte frontal del vehículo, contra el salpicadero o el parabrisas, y ello trae daños a la altura de la cabeza que pueden ser de mayor o menor gravedad, pero siempre ser tratados con cuidado debido sobre todo al riesgo de sufrir una lesión en la cabeza que termine en traumatismo craneoencefálico.
Para ello se indica que los choferes y demás ocupantes de un auto deben estar sentados contra el respaldo y colocar el reposacabezas de manera adecuada, y por supuesto, deben llevar colocado el cinturón para evitar los daños mínimos.
Las lesiones en las extremidades son menos graves, como son fisuras o esguinces, y más graves como son las fracturas abiertas o incluso amputaciones y las lesiones cervicales incluyen el esguince cervical o latigazo cervical que es una lesión muy común que se produce a la altura del cuello y que suelen ser más frecuentes en accidentes por alcance con otro vehículo. No obstante, la recuperación de estas lesiones suele llevar más tiempo.
La lesión medular en la columna puede ser grave pues puede culminar en paraplejia, hemiplagia o tetraplejia, por el daño del tejido nervioso. La rehabilitación con fisioterapia resulta esencial y obligatorio, para evitar deformidades o problemas respiratorios y también una parálisis.
Las lesiones cervicales son frecuentes en los accidentes de tráfico
La lesión cervical incluye cualquier parte del cuello, músculos, huesos, articulaciones, tendones, ligamentos o nervios y puede ocasionar problemas y dolor en el cuello, que también puede provenir del hombro, la mandíbula, la cabeza o los brazos.
Por la anatomía de la zona, más expuesta y con gran flexibilidad por encima de la zona torácica, la columna cervical es la que más se afecta en los traumatismos y la causa más frecuente son los accidentes de tráfico, seguidos de las zambullidas en piscinas, las caídas en general y las heridas por armas de fuego.
La lesión cervical aguda se cataloga con respecto a la localización, el mecanismo lesional (flexión, flexión-rotación, extensión y compresión vertical) o el grado de la estabilidad de la misma.
Las lesiones cervicales se dividen en tres fases: Fase prehospitalaria, hospitalaria inicial (servicio de urgencias) y tratamiento.
La fase prehospitalaria comprende la atención al paciente desde el momento del traumatismo hasta que llega al hospital. En ella se evalúa el estado general del paciente, especialmente si el contexto es un politraumatismo y se inmoviliza apropiadamente la columna cervical para el transporte.
Los expertos indican que cuando hay sospecha de lesión cervical (o del resto de la columna) debe realizarse una recogida de información desde el momento de la primera asistencia, para poder conocer si existe deterioro neurológico posterior, que implicaría la necesidad de una cirugía emergente.
Ya en la fase hospitalaria inicial se comienza con la valoración general del paciente politraumatizado y se revalora si hay sospecha de lesión en columna vertebral. Se mantiene la inmovilización y se solicitan las pruebas de imagen adecuadas.
Por ejemplo, la radiografía cervical permite identificar signos sugerentes de lesión morfológica cervical aguda como deformidad o fractura de cuerpos o apófisis vertebrales, pérdida de la alineación de los muros posteriores, aumento de la distancia interespinosa, estrechamiento del canal, etc.
La tendencia actual es indicar una TAC cervical en adultos y RMN cervical en menores de 16 años en caso de sospecha alta.
Atención médica obligatoriamente requerida: Lesión cervical
La lesión traumática del cuello se produce por un movimiento rápido y enérgico de este, hacia atrás y hacia adelante y ocurre durante un accidente que afecta la parte trasera de un automóvil, pero también puede resultar de un accidente deportivo, maltrato físico u otro traumatismo.
Los signos y síntomas comunes de esta lesión cervical son dolor de cuello, rigidez y dolor de cabeza. Pero no es irreversible, sino que los pacientes afectados mejoran en pocas semanas siguiendo un plan de tratamiento que incluye analgésicos y ejercicios fisioterapéuticos.
La lesión traumática del cuello por hiperflexión-hiperextensión también se conoce como esguince de cuello o distensión de cuello y la mayoría de las personas que tienen un latigazo cervical se sienten mejor en el plazo de algunas semanas.
«Nuestros tratamientos son pioneros y muy eficaces, sin embargo, algunas personas siguen sintiendo dolor durante varios meses e incluso años. Es difícil predecir la recuperación total.»
Nos comenta un fisioterapeuta experto colaborador en Exígelo Abogados