Cuando se produce un accidente de tráfico hay veces donde queda claro quién es el responsable, pero en algunos casos las pruebas no son suficientes, por lo que surge una duda: ¿quién paga la indemnización cuando no es posible determinar al responsable?
Accidente de tráfico: ¿cómo identificamos al responsable?
Imaginemos un caso: vas circulando con tu vehículo a 80 km/h por la autopista. Cuando vas a tomar la siguiente salida, vas reduciendo la velocidad hasta frenar, ya que hay cola. Sin embargo, el conductor que iba detrás tuyo no reduce la velocidad lo suficiente y colisiona con tu vehículo por la parte de atrás, provocándote un latigazo cervical. Hay fotos del accidente y un atestado policial, donde se evidencia con claridad lo que ocurrió.
En este caso parece claro. El conductor responsable es el que nos ha chocado y no redujo la velocidad, por lo que debe pagarnos la indemnización correspondiente. Sin embargo, los casos no siempre son tan sencillos.
Veamos otro caso: imaginemos que dos vehículos se acercan a un cruce. Ambos conductores, por diversas razones, no están prestando atención adecuada a la carretera. En el momento en que llegan al cruce, ninguno de los conductores se detiene completamente y ambos intentan cruzar al mismo tiempo, resultando en una colisión en el centro del cruce.
En este caso, determinar al culpable es muy complicado. Las fotos y el atestado son insuficientes, y cada conductor le echa la culpa al otro. ¿Qué ocurre en este caso?
La doctrina del Tribunal Supremo: indemnización al 50%
Para valorar la indemnización, los jueces suelen tener en cuenta una serie de indicadores, como el conocido baremo, o bien, el grado de culpa de cada uno de los conductores implicados. En el primer caso que vimos, el grado de culpa del conductor que chocó es del 100%, por lo que debe pagar la totalidad de la indemnización. Sin embargo, en el segundo caso es mucho más complicado determinarlo.
Por eso, el Tribunal Supremo ha sentado doctrina al respecto, estableciendo que cuando ocurra un caso así cada conductor asumirá la indemnización de los daños del otro vehículo en un 50%. Es decir, se reparte la culpabilidad a partes iguales. O dicho de otra forma, es culpa de los dos conductores. Es la llamada teoría de las indemnizaciones cruzadas.
Hay casos donde la culpa se reparte en otros porcentajes, por lo que la indemnización también lo hace. Pero estos casos son complejos y solo se reparte la culpa cuando pueda acreditarse el concreto porcentaje de cada uno de los vehículos implicados. Si no es posible hacerlo, se aplica la teoría del 50%.
Opinión de José Manuel Cuerva, titular de Exígelo Abogados
En un accidente de tráfico es complicado determinar la culpa exacta que tiene cada conductor. Hay casos muy complejos y las pruebas no siempre son suficientes, pero en nuestro despacho siempre lo damos todo por nuestros clientes, buscando la mayor indemnización posible.
La mayoría de veces logramos la cuantía máxima de indemnización y el cliente queda muy satisfecho. Un accidente de tráfico es algo serio y te cambia la vida, por lo que nosotros, como profesionales, debemos defender los intereses de nuestro cliente en todo lo que hagamos.